Por fin me decidí a leer La Caverna de Saramago, después de que varias personas me recomendaran muchísimo este libro. Yo no estaba muy tentada a leerlo porque, tengo que confesar, no he tenido una gran experiencia con Saramago. Hace un par de años intenté leer Ensayo sobre la Ceguera y no pasé de las primeras veinte páginas. No es que me aburriera sino que por algún motivo el libro no me atrapaba, no me emocionaba y de repente un día me encontré dejando el libro sin terminar y comenzado a leer otra cosa. Desde entonces he querido volver a comenzar con él pero siempre me pasa lo mismo. Sé que esto debe sonar a blasfemia para muchos y quizás lo sea, pero no pude evitarlo. Lo más irónico es que en un taller de novela al que asistí, presenté el borrador de un primer capítulo donde mi protagonista comenzaba a perder la capacidad de ver colores y veía todo a su alrededor invadido lentamente por el color gris, como señal de que ya todo estaba perdido, y el profesor me recomendó leer Ensayo sobre la Ceguera. Plop.
No quería darme por vencida con Saramago ni hablar, mucho menos tras haber leído tan sólo las primeras veinte páginas de un libro, así que hice caso a las recomendaciones y me compré La Caverna. Hasta ahorita me va mejor que con Ensayo, pero tampoco siento el apego que para estas alturas del libro ya debería sentir. Me he prometido no dejarlo a la mitad, voy a terminarlo y escribiré qué me pareció. Pero todavía no puedo dejar de sorprenderme de que un escritor tan universalmente reconocido por su excelente calidad literaria no me llame la atención como debería. Es una cuestión de gustos imagino. En verdad, al leer sus libros termino por enfocarme mucho más en la forma que en el contenido.
Me gustaría saber si a alguien más le pasa esto o yo soy la única blasfema. ¿Qué piensan?