Sunday, January 9, 2011

Autógrafo de Mario Vargas Llosa en mi copia de Conversación en La Catedral

Obviamente estoy feliz. Mario Vargas Llosa autografió mi copia de Conversación en La Catedral. Mis primos por parte de mamá son sobrinos de MVLL por parte de papá y en una reunión familiar le pidieron que firmara mi libro. ¡Gracias Jania! 




Mi blog cambia de nombre

He decidido cambiar el nombre de mi blog por varias razones. La primera: hace poco descubrí un súper blog de literatura llamado Papel en Blanco. Tiene mucho más tiempo que mi blog y obviamente está mucho más desarrollado, así que por respeto y para evitar confusiones, mejor cambiarlo. Y la segunda razón es que ya no puedo decir que el papel en blanco me de tanto miedo. Siempre me va a intimidar, pero ahora eso ya no me paraliza sino me motiva.  

Ayer Renzo me estuvo ayudando a pensar en un nuevo nombre. Quería un nombre sencillo pero bonito. Qué difícil, si es tan complicado encontrar un nombre para un blog, ¿cómo será ponerle el nombre a mi novela? Creo que los nombres y títulos siempre son lo más complicado para mi. Hace un par de días terminé un cuento y todavía no le pongo título. En fin, me decidí por Camino Literario porque eso es lo que estoy siguiendo ¿no? Estoy abriendo mi camino en este mundo.

Espero escribir mucho más seguido también y no descuidar tanto el blog como hice en los últimos meses del año pasado.

Un abrazo, 
Meli

Friday, January 7, 2011

Los libros que me leí en el 2010

Yo soy bastante cuidadosa con las cosas que leo. Quiero decir que soy un poco selectiva cuando elijo el próximo libro a leer. La verdad es que no me gusta perder el tiempo con libros que ya se de antemano que no me van a gustar. Si bien sí me lanzo al vacío a veces con algunos libros, todos siempre tienen alguna característica que me llama la atención desde que leo una reseña del libro. Además creo poder oler rápidamente los que no me van a gustar. Es por eso que mi lista de libros leídos en el 2010 es bastante satisfactoria. No tengo mayor queja de ninguno. Tengo que admitir que en el 2010 me apegué mucho a los clásicos. Este año quizás me arriesgue un poquito más.

Me sorprende la cantidad de libros que me leí considerando mi ritmo de trabajo, pero los primeros tres meses del 2010 me la pasé de vacaciones y viajando por Europa y es en ese tiempo que leí gran parte de los libros nuevos.

Los nuevos:

  • Desgracia de J.M. Coetzee
  • El silencio de los inocentes de Thomas Harris
  • Agnes Grey de Anne Bronte
  • La casa de los espíritus de Isabel Allende
  • Retrato en sepia de Isabel Allende
  • The Bell Jar de Sylvia Plath
  • Atonement de Ian McEwan
  • Amsterdam de Ian McEwan
  • Bridget Jones' Diary de Helen Fielding
  • Bridget Jones' Diary. The Edge of Reason de Helen Fielding
  • El Gran Gatsby de Scott Fitzgerald
  • The Portrait of a Lady de Henry James
  • Ilona llega con la lluvia de Álvaro Mutis
  • La loca de la casa de Rosa Montero (gracias Paulina :))
  • La noche del oráculo de Paul Auster
  • Summa Caligramática de José de Piérola 
  • La señora Dalloway de Virginia Woolf
  • Made in England de Doris Lessing
  • La buena terrorista de Doris Lessing
  • El ocho de Katherine Neville 
  • La trilogía del Señor de los Anillos de Tolkien
Releí por completo (porque a veces leí sólo fragmentos de algunos libros):
  • Jane Eyre de Charlotte Bronte
  • Cumbres Borrascosas de Emily Bronte
  • Todos los libros de Jane Austen (¡creo que califico como Janeite!)
  • Rayuela de Cortázar (me lo leo todos los años)
  • El nombre de la rosa de Umberto Eco
  • Crónica de una muerte anunciada de García Márquez
  • Madame Bovary de Flaubert
  • Harry Potter y la piedra filosofal de J.K Rowling
  • Conversación en La Catedral de Mario Vargas Llosa (me compré El Sueño del Celta cuando salió pero todavía no lo leo :S)

Thursday, January 6, 2011

La Hora Azul de Alonso Cueto. Las secuelas del terrorismo en el Perú.

Terminé de leer La Hora Azul de Alonso Cueto ayer por la noche. Pocos libros me han conmovido tanto. Quizás sea porque la historia se desarrolla en mi país, quizás por el increíble talento narrativo de Cueto o de repente porque en verdad no es sólo una historia sino la cruda realidad del Perú.
El terrorismo y la guerra civil: diez largos años de violencia y muerte que los peruanos nos empeñamos en olvidar. Yo nací en 1986, en pleno clímax de la guerra. Recuerdo a lo lejos los apagones, las bombas, el nerviosismo de mi mamá cuando ya se acercaba el toque de queda y mi papá todavía no había llegado. Recuerdo borrosamente la bomba en Tarata, las noticias y más de cerca la toma de la casa del embajador de Japón. Pero la verdad es que lo que yo vi a lo lejos era sólo la pequeñísima parte de la guerra que se llevó a cabo en Lima. Mucha gente murió en Lima, pero mucha más murió en el verdadero campo de batalla: la sierra. Han pasado más de quince años desde la captura de Abimael Guzmán, Ayacucho ya no es zona de guerra, pero las heridas siguen abiertas aunque en la capital no nos enteremos. Una guerra sin sentido, sin lógica: Sendero Luminoso secuestró, torturó, asesinó y aterrorizó a miles de miles de personas y las Fuerzas Armadas combatieron el terrorismo con más terror. En La Hora Azul somos testigos de cómo el personaje principal, Adrián Ormache, un exitoso abogado limeño, descubre esta otra realidad, ese otro lado. Y nos la descubre a nosotros también. Ormache dice casi al final del libro: “La muerte, la pobreza, la crueldad habían pasado frente a mí como accidentes de la realidad, episodios pasajeros y ajenos que había que superar rápidamente. Ahora en cambio me parecían dádivas recién reveladas”.
Su realidad cambia cuando descubre que su padre, un militar destacado en Huanta durante la guerra, había torturado y asesinado a prisioneros y secuestrado y violado a muchachas. Todas fueron ejecutadas menos una que se le escapó; una de la que se enamoró. Adrián se obsesiona con la idea de buscarla y descubrir qué pasó con esa chica.
Diez años de guerra dejan secuelas que duran toda una vida. Este libro me hizo ver esa época de mi país de una forma más clara. Yo soy una peruana privilegiada, es decir, no llegué conocer los horrores de la guerra, era muy pequeña y los vi de lejos, como en una película y siempre protegida por mis padres. “¿Pero cómo? ¿Por qué?” son preguntas que se me venían a la cabeza mientras leía. Es tan ilógica la violencia, no le encuentro sentido y no entiendo, simplemente no entiendo, cómo los seres humanos pueden ser tan crueles unos con otros. Sé que la crueldad es una característica típicamente humana, pero será que nunca ha sido parte de mi vida, no a ese nivel, y por lo tanto me parece inhumana.
Alonso Cueto logra su objetivo. No es sólo una gran obra literaria a nivel estructural o estético, es la conmovedora realidad del Perú: la clase media y alta que ven la pobreza y la violencia como baches en la pista, ciegos al sufrimiento de los sobrevivientes. Sólo de vez en cuando alguien se ve tocado por esa realidad y abre los ojos a un mundo nuevo y entonces ya nada es igual.