Tuesday, March 20, 2012

La falsa idea de fortaleza vs. femineidad y por qué me encanta Jane Eyre

De vez en cuando uno se cruza con un personaje memorable visto desde diferentes perspectivas. Para mí, uno de estos personajes es Jane Eyre. Ella es un perfecto ejemplo de un personaje fuerte, bien construido, completo, bien desarrollado y sucede que es mujer. Esto es algo que me parece incluso más importante ahora, ya que en muchos libros (películas, series y en general cualquier obra de ficción) he visto como se ha creado una dicotomía acerca de la femineidad y la fortaleza en una mujer. Al parecer, las mujeres pueden ser femeninas (según las características tradicionalmente consideradas como femeninas) o pueden ser fuertes, no pueden ser las dos. Esto de por si es enervante, porque la condición de femenino no viene de cumplir ciertas características de comportamiento, sino del simple hecho de ser mujer. Decir que una mujer no es femenina es una tontería, es imposible, pero la sociedad ha logrado separar una cosa de la otra. El resultado de esta separación son personajes polarizados, anclados en la idea de femineidad o la idea de fortaleza, que se excluyen mutuamente. Como perfecto ejemplo puedo poner a Lisbeth Salander vs. Bella Swan.

La primera es una chica fría, calculadora y aguerrida; es una mujer fuerte que lucha por sí misma y que a pesar de haber sido maltratada toda su vida, se rehúsa a ser una constante víctima y a caer en los cánones establecidos por la sociedad sobre lo que una mujer debe ser. Pero ella es el claro ejemplo de la idea retorcida de que la fortaleza no va con lo “femenino” (entre comillas porque estoy usando la palabra como un adjetivo más allá de la simple condición de ser mujer, para poder contextualizarme dentro de las ideas prestablecidas que generan este fenómeno). A medida que la historia avanza podemos ver que mientras más fortaleza el personaje demuestra, su comportamiento y apariencia se vuelve más andrógino y más feroz. Y no es que una mujer no pueda ser feroz, sino que pareciera que mientras más feroz, es menos mujer. Es quizás el único defecto que le encuentro al personaje, pues me encantó la mezcla de fuerza y vulnerabilidad que es Lisbeth, pero la despoja casi enteramente de cualquier característica que sea considerada convencionalmente femenina.

Por otro lado, Bella Swan cae dentro del cliché negativo de lo que la sociedad considera características femeninas. Es la típica “damsel in distress” que necesita ser rescatada constantemente por un hombre, que no tiene autoestima basada en otra cosa que no sea la mirada de otros, es delicada, torpe, ingenua, “pura” y bla bla bla. Todas estas características establecidas como femeninas y que no permiten ningún rastro de verdadera fortaleza. O peor, que llegan a ser confundidas como fortaleza por conseguir que el protagonista (o varios protagonistas) masculinos se enamoren de ella. Y este es mi problema. Los conceptos o ideas erróneas de lo que es fortaleza y lo que es femineidad.

Quiero aclarar que detesto las etiquetas. Estar discutiendo sobre lo que es o no es femenino me molesta bastante, especialmente porque esta discusión no debería existir si la gente respetara el verdadero significado de femenino. A mí tampoco me gustan los cánones prestablecidos sobre las mujeres y lo que se espera de ellas. Pero tampoco me gusta que para que una mujer sea descrita como fuerte, tenga que volverse un ser al extremo huraño, antisocial y con un rechazo automático para todo lo que es considerado convencional. Vuelvo a aclarar, no es que una mujer no pueda ser antisocial o rechazar lo convencional, sino que esto no es a consecuencia exclusiva de su fortaleza. Pareciera que muchas personas asumen que una mujer fuerte ya no quiere casarse ni tener hijos, le importa un pito su apariencia y no tiene inseguridad de ningún tipo. Esto es falso pues polariza a las mujeres a extremos completamente opuestos, como si una cualidad excluyera la otra. O también sucede que para construir un personaje femenino fuerte se cree una especie de reproducción alternativa de un personaje masculino ya existente, es decir, armar a una mujer hasta los dientes y ponerla a pelear como Bruce Lee (que no quiere decir que una mujer no lo puede hacer sino que esto no debería ser la señal inequívoca de su fortaleza). Lo que yo concluyo a partir de esto, es que para que una mujer sea considerada fuerte tiene que portarse como un hombre rudo.

Después de darme cuenta de todo lo anterior, Jane Eyre resalta por su excelente construcción y evolución. Según mi opinión, Charlotte Bronte tenía bien claro qué cosa significa realmente ser una mujer fuerte. Al comienzo de la historia Jane Eyre es una huérfana que es enviada a un orfanato por su cruel tía, donde sufre todo tipo de humillaciones y privaciones. A pesar de no tener un verdadero guía constante a través de la historia y ninguna fuente de cariño, Jane se vuelve una mujer derecha, educada y fuerte, y al mismo tiempo sensible y con una tremenda capacidad de compasión, comprensión y perdón. Apenas llega a la edad adecuada busca una manera de ganarse la vida de manera independiente como institutriz y a través de toda la historia su búsqueda de independencia es una característica clave de su personalidad. Jane demuestra que le frustra de sobremanera la sociedad patriarcal donde vive, en donde tiene que luchar para poder mantenerse ella sola, a duras penas, por las pocas oportunidades proporcionadas a una mujer como ella. Jane se enamora perdidamente, pero en esos momentos tampoco pierde su intención de ser independiente, incluso dentro de un posible matrimonio.

En más de una ocasión y con más de un personaje masculino, Jane se ve afectada por la tendencia patriarcal de intentar subyugar a las mujeres, incluso con el interés amoroso y héroe byronesco de la historia, Mr. Rochester. Jane siente amor por ellos pero puede al mismo tiempo hacerles frente. Es una mujer completa, con una infinidad de colores y reacciones y su personalidad o desarrollo como personaje no se ve limitado por ninguna regla prestablecida de fortaleza o femineidad.

Jane es capaz de enamorarse perdidamente, de llorar, sufrir, anhelar una familia y soñar con su ser amado pero no es el condenado títere (o estúpido tapete) que es Bella Swan. Y es capaz de enfrentar la peor de las situaciones, sobrevivir incluso el hambre y la sed y volver a comenzar de la nada sin ser una persona completamente antisocial y dura como es Lisbeth Salander. Cuando me imagino a estas tres mujeres, sólo una me parece real. Esto no quiere decir que no hayan mujeres con serios problemas de autoestima como Bella o con una corteza tan dura como la de Lisbeth, lo que quiere decir es que su condición de mujer no prestablece las virtudes o defectos que las mujeres puedan tener.

Escribir un personaje femenino que es fuerte no debería ser algo polarizado. Las personas tienen que comenzar a entender que la fortaleza es una característica más como cualquier otra atribuible a un ser humano y que no es de ninguna manera incompatible con la naturaleza femenina. Solo hace falta mirar a las mujeres en nuestras vidas o a nosotras mismas y darnos cuenta que estamos formadas por mil piezas distintas y que las cosas no son blancas y negras. Hay miles de combinaciones posibles y restringirnos a elegir entre dos posibilidades debido a una percepción retrógrada no es inteligente ni interesante.

Saturday, March 3, 2012

Scrivener: una herramienta para generación de contenido

Escribir ficción puede ser algo caótico y que requiere una organización especial: notas, referencias, investigación, cuerpo del texto, capítulos, secciones, desarrollo de personajes, líneas de tiempo, etc. Escribir no es un proceso lineal y los procesadores de texto tradicionales como MS Word no ayudan porque trabajan de manera vertical y están llenos de funciones que un escritor jamás utilizaría. Y no sólo escritores, en general cualquier persona que esté desarrollando un volumen de texto considerable, como una tesis, ensayos, guiones, etc.

Hace un tiempo el escritor peruano José de Piérola, que fue mi profesor en un taller de Narrativa en el Centro Cultural de la PUCP, publicó dos entradas en su blog acerca de las herramientas del escritor y recomendó el Scrivener como una excelente herramienta para generar contenido. En el momento no presté mucha atención a la recomendación porque me encontraba en una etapa en la que pensaba que mi “inspiración” sólo aparecía frente a una hoja de papel y un lapicero (además que para esa época sólo había Scrivener para Mac, cosa que felizmente ya cambió y se puede adquirir la versión para Windows). Toda mi vida he llevado diarios personales que siempre he escrito a mano y por eso tenía cierto recelo acerca de mi capacidad creativa frente a una pantalla. Me parecía tan impersonal y debo admitir que el MS Word me sigue pareciendo lo más frío que existe para un trabajo creativo. Ni siquiera la traducción la llevo a cabo de frente en un documento de Word (a menos que por algún motivo no haya otra opción) sino que utilizo el genial SDL Trados para traducir, generar memorias de traducción por cliente, bases de datos de términos, etc.

Pero ahora último me di cuenta que escribir a mano ya se estaba volviendo una tarea demasiado pesada y necesitaba algo que me ayudara a organizarme mejor, pues los post-its comenzaban a perderse, las notas escritas a la volada tenían una letra ilegible y me daba una flojera brutal pasar en limpio todo. Así que decidí buscar una manera más sencilla y organizada para escribir y me encontré con que el Scrivener ya estaba disponible para PC.

Scrivener permite reformatear por completo un documento, cambiar de orden diferentes partes, visualizar “desde arriba” todos los documentos, compararlos, unirlos, separarlos, añadir texto que no va en el cuerpo del texto como referencias, notas, sinopsis de cada sección y además existen herramientas como pantallas paralelas, etc.

Al crear un nuevo proyecto se ofrecen diferentes plantillas, dependiendo del tipo de trabajo a realizar. Existen tres tipos de plantillas para textos de ficción: novela, novela con partes e historias cortas. Luego está la plantilla para trabajos que no son de ficción, como tesis, investigaciones, ensayos, etc. También está la plantilla para guiones (y dentro de este grupo hay varias opciones dependiendo del tipo de guión a desarrollar), una plantilla para trabajos misceláneos y finalmente una plantilla en blanco para poder desarrollarla desde cero.

Una vez que la plantilla se ha elegido, el desarrollo del trabajo se hace placentero. Cuando escribía a mano detestaba el desorden de mis apuntes y reorganizar un texto era una pesadilla pues estar jalando flechas de acá para allá no es muy práctico y a veces uno mismo se olvida qué quería decir ese simbolito que pusimos en el margen. Alguna vez intenté con Word pero me parecía peor que escribir a mano porque simplemente no había forma de poner notas o referencias y no me permitía estructurar las cosas por partes o secciones en un mismo documento (y con esto no me refiero a los page breaks o la numeración, que es lo mismo que nada porque el punto de una sección es poder desarrollarla por separado y no de manera vertical como es en Word, que la única opción era debajo o encima del resto del texto). Para poder hacer esto tenía que crear otros documentos y al final se volvía un nudo de cosas que no podía seguir.

Se puede crear la cantidad de documentos deseada en un mismo proyecto y ordenarlos fácilmente jalándolos en el “corcho” (sí, incluso hay el corcho básico que seguramente todos hemos utilizado en la vida real). Una vez que todo esté terminado se puede compilar en el orden que hemos elegido para ponerlo en un sólo documento con un sólo click, y finalmente grabarlo en el formato que deseemos.

Recién estoy comenzando a utilizar el Scrivener pero ya me parece increíble y un gran alivio. Es obvio que este post lo he escrito en él (antes los escribía a mano y luego los pasaba a Word para una última “pulida”) y se ha hecho realmente sencillo. Se puede bajar el free trial por un mes y la licencia cuesta $40, que puedo asegurar voy a adquirir apenas se termine el periodo de prueba.

¿Alguien más ha utiliza Scrivener o alguna otra herramienta para generar contenido?