Saturday, February 25, 2012

Bienvenidos de vuelta a mi blog (la traducción absorbe)

Esta es mi primera entrada en más de medio año. Me siento bastante culpable por haber dejado en el aire este espacio que tanto me entusiasmó. Mi explicación es que la traducción absorbe. Absorbe tiempo, esfuerzo, dedicación y energías. Los últimos seis meses me he dedicado básicamente a traducir, lo que es muy bueno y no me quejo, pero tengo que admitir que me quedó tan poco tiempo libre y tanto cansancio que mi blog pasó a segundo plano.

Pareciera que el año pasado el universo se cansó de escuchar mis quejas y frustraciones sobre  mi profesión (“es tan difícil entrar al mercado, la gente no valora nuestro trabajo, quieren pagar una miseria, piensan que las cosas se hacen con el maldito traductor de Google”, etc.) que me dijo: “Tanto te quejas de no tener suficiente trabajo, ¡toma!” Estoy muy agradecida con el universo, los últimos seis meses han sido un gran paso adelante en mi desarrollo profesional, pero también aprendí a valorar el tiempo que antes desperdiciaba: las horas de leer y escribir.

Hace un par de semanas me pasó algo que jamás me había ocurrido en mis 2 años trabajando como traductora freelance: me comenzó a llegar más trabajo del que podía manejar. Acepté todo lo que pude pues todavía tengo fresco el recuerdo de las épocas de sequía y frustración y porque cuando uno trabaja como freelance, estos picos deben ser aprovechados para guardar para las temporadas bajas.

No todo salió de acuerdo a mi milimétrico plan de producción diaria. Para empezar, uno de los textos que estaba traduciendo era tan horrible (malditas resoluciones ministeriales) que no podía traducir a la velocidad planeada y me dejaba completamente extenuada. Para cumplir con la fecha de entrega me amanecí trabajando varios días. Y así fueron varios documentos: terminaba uno y había que comenzar corriendo el siguiente.

En medio de todo esto me enfermé. Me enfermé feo al punto en que terminé en la sala de urgencias un domingo por la tarde. No voy a contarles los detalles; sólo diré que mi viaje a la sala de urgencias me retrasó un día y tuve que regresar a mi casa a seguir traduciendo enferma y con fiebre.

Luego vino otra semana más de amanecidas. Un miércoles por la noche ya me sentía al borde, como un carro que funciona con el tanque de reserva. Terminé de traducir a las 7 de la mañana planeando dormir dos días seguidos. A las 7 y 30 los de la municipalidad se pusieron a podar el parque bajo mi ventana (literalmente bajo mi ventana pues no hay separación entre mi edificio y el parque). El resultado fue una crisis de llanto y mi mamá (tan linda) preparándome manzanillas para tranquilizarme y diciéndome con mucha razón que ya me había pasado de la raya con el ritmo de trabajo.

Este es mi primer fin de semana libre después de tiempo y lo estoy disfrutando al máximo. Es tan delicioso hacer ABSOLUTAMENTE NADA, aunque no pasó mucho tiempo hasta que agarré mi cuaderno y me puse a escribir. Tiempo para escribir tranquila por fin. Me había olvidado también de cuánto disfrutaba elegir los libros que quiero reseñar, leer las entradas de mis bloggers favoritos (uno de ellos tuvo la genialidad de mandarme su recién publicado libro desde México – que llegó tres meses después gracias al “excelente” servicio de Serpost- y todavía no he podido reseñarlo, ¿cómo es posible?) y poder relajarme sin sentirme culpable.

Esto de ninguna manera es una queja, querido universo, pues no quiero regresar a las épocas en que mataba el tiempo mirando el techo. El punto es que he aprendido que un equilibrio es necesario y este blog es parte de los kilos del lado de placer de mi balanza. Espero de verdad poder escribir una entrada todos los sábados. ¡Pensar que alguna vez me leí un libro por semana!

En fin, ¡bienvenidos de vuelta a mi blog!

7 comments:

Javier Munguía said...

Qué gusto verte de vuelta, Meli. Me alegra que no te falte el trabajo, aunque también son preocupantes los efectos de la sobrecarga. Abrazos. Me gusta la nueva plantilla.

Melissa Vizcarra said...

Gracias Javier! Estoy contenta con mi trabajo, aunque ya extrañaba mi tiempo libre. Me encanta mi nueva plantilla, pero no te imaginas los desastres que hice con el html antes de poder cargar la plantilla correctamente jajaja.

Un abrazo,
Meli

kemisa said...

¡Que bueno que hayas regresado!. Entiendo lo que pasa cuando te sobrecargas de responsabilidades, en mi caso los estudios, no quiero descuidarlos pero a la vez hay tantos libros que quiero leer que siento no me va alcanzar la vida a leerlos todos. En fin ahora que estoy de vacaciones creo que ya me leí más de mitad de la ruma de libros nuevos que me compré :)

Espero tus nuevas reseñas. Saludos

P.D: Me encanta el nuevo "look" de tu blog ;)

Melissa Vizcarra said...

Muchas gracias Kemisa! Aprovecha tus vacaciones para leer todo lo que puedas :).

Saludos,
Meli

Luisa said...
This comment has been removed by a blog administrator.
Anonymous said...

A mi también me encanta ser traductora, pero realmente con las resoluciones ministeriales solo hay que invocar a San Jerónimo, son para el llanto. Hace poco tuve que traducir una propuesta de auditoría (puaj) y una carta de precios, en medio de todo esto, mi bebe pateaba con tanta fuerza porque ya me había pasado su hora de almuerzo así que en menos de dos horas ya estaba todo y con revisión incluida ajajaja, son experiencias que jamás se olvidan por lo que es mejor disfrutarlas. Como te dije, me alegra leerte =) - Luz

Melissa Vizcarra said...

Hola Luz!

Yo he invocado a San Jerónimo más de una vez jajajaja. Qué lindo lo de tu bebe! Sí me había enterado pero me faltaba felicitarte :) Espero que estés muy feliz!

Un besote,
Meli